Entre el cielo y la tierra

Antonio Puigjané, un humilde fraile, padeció la “desaparición forzada”: el secuestro de su propio padre y el asesinato de su obispo (Monseñor Enrique Angelelli). Esta “transición” la vivencia hermanado con los humillados y construyendo su compromiso
por una iglesia que predique su evangelio a lo ancho y largo de América Latina. A partir de sus propias experiencias, Puigjané enjuicia a la jerarquía católica argentina por su complicidad con la
dictadura militar.